Mediante la introducción de la IEP en los currículos de las instituciones se busca que las prácticas educativas sean redefinidas desde la concepción de ciencia como saber que explica mundo, como fuente de conocimiento puesta a función de la vida humana. Esto no significa que los maestros cultivarán una forma única de hacer el currículo, por el contrario, orientarán procesos diversos de currículo partiendo de las concepciones de los actores involucrados, vistos como sujetos activos que construyen conocimiento mediante la interacción social y la negociación cultural.
Por lo tanto, los maestros se apropiarán de los componentes, dimensiones y tipos de aprendizajes (situado, colaborativo, problematizador, por indagación) inmersos en la investigación como estrategia pedagógica. La apuesta de Fractus es lograr que los maestros diseñen currículos de carácter crítico y emancipador, donde la acción y la reflexión permitan que los sujetos se cuestionen permanentemente sobre su formación y encuentren sentido a su proceso de enseñanza-aprendizaje.