Como ya lo expresara McLuhan, “toda tecnología nueva impone cambios en las funciones cognitivas, afecta la memoria, la imaginación, la percepción y la comunicación misma”.
La investigación debe transcender tanto en los modelos educativos como en el aula de clase, diseñando estrategias que permitan innovar el quehacer docente y que busquen que los discentes se apropien de las TICs y de esta manera cambiar las formas de acceder al conocimiento y al aprendizaje.