La EPI asume el concepto de transversalidad del currículo desde la posición y el ámbito de la construcción del pensamiento tendiente a desarrollar la dimensión intelectual-cognoscitiva: conceptos, destrezas, habilidades y valores transversales en y para la investigación y el desarrollo de competencias para observar, aprehender la realidad de manera comprensiva y crítica; procesar información; elaborar hipótesis; desarrollar métodos de análisis; aprender a manejar enfoques y metodologías de investigación resolver problemas de manera reflexiva y metódica; y desarrollar una disposición crítica y auto crítica que hagan de la investigación un quehacer fundado y sistemático.
El eje transversal de la investigación se define como la base a partir de la cual se articulan, en la UNIFICACIÓN DE PLANEACION BÁSICA, los cursos, las áreas o núcleos y los ciclos en el plan de estudios.
Teniendo como finalidad garantizar la formación científica de los estudiantes al potenciar la enseñanza interdisciplinaria y la globalización en el aprendizaje.
La planeación educativa se desarrolla en una seria de pasos: La primera etapa es el diagnóstico, donde se vinculan las necesidades educativas, las condiciones del aprendizaje y los factores externos que afectan el proceso educativo. El paso siguiente es el análisis de la naturaleza de los problemas encontrados, que supone la comprensión integral de la complejidad de la realidad deductiva. Una vez elegida la acción o las acciones a seguir llega el momento de la implantación, es decir la puesta en marcha del planteamiento educativo y curricular. Después de un proceso formativo y de aprendizaje es el turno de la Evaluación, donde se establecen los balances para analizar el éxito o fracaso de las herramientas lúdicas y educativas implementadas. Esto es un ciclo.
La calidad educativa se basa en llevar a cabo actividades que generen conocimiento y en la búsqueda de estrategias que ayuden a llegar a esa calidad, actividades que sean las más pertinentes para tratar un tema de interés en clase y que las mismas se relacionen cuando el estudiante salga al mundo y las pueda aplicar.
Planificar es una tarea fundamental en la práctica docente, pues permite unir una teoría pedagógica determinada con la práctica y llevar un orden lógico que posibilite pensar de manera coherente la secuencia de aprendizajes que se quiere lograr con los estudiantes. De lo contrario, si no se piensa previamente lo que se quiere hacer, es posible que los alumnos y alumnas perciban una serie de experiencias aisladas, destinadas a evaluar la acumulación de aprendizajes más que la consecución de un proceso.