Adoptar y aplicar estrategias que generen compromiso institucional en todos los procesos de estudio, promoviendo valores personales, sociales y éticos frente a la cultura, la ciencia, tecnología e investigación.
El papel del educador consiste en crear ambientes y condiciones favorables para la formación y potencialización de habilidades investigativas además de él también formarse como investigador activo donde se pueda generar una cultura investigativa institucional.
La habilidades investigativas no solo genera adquisición de conocimientos sino se llega a formar un espíritu investigativo y unas competencias comunicativas, investigativas y sociales que generan cambios significativos en la calidad de la educación.