Durante la segunda visita de FRACTUS a nuestra institución, el asesor nos hizo un taller de pregunta: nos invitó hacer una lluvia de preguntas espontáneas para investigar y así elegir nuestra pregunta de investigación y planteárnosla como problema investigativo, agremiarnos en grupos de investigación, elegir un nombre, un logo y, por supuesto, definir roles dentro del grupo. Para ello se escogió un representante o vocero(a), un(a) relator(a) o escribiente, un(a) tesorero(a) y un(a) responsable de implementos. Este taller resultó bastante pertinente para niños y docentes pues aprendimos cómo hacer una lluvia de preguntas que nacieron de la curiosidad y sentido común de los niños. De estas se seleccionaron 5, las mejores, las cuales fueron elegidas de entre aquellas cuya respuesta no fuera conocida. Se indagó a través de Internet, libros, maestros, etc., para identificar si ya se han trabajado estas preguntas de investigación y cómo las han abordado; también se descartaron aquellas que necesitara un proceso investigativo muy corto para otorgarle respuesta, todos estos criterios con el fin de inducir la elección de la pregunta como punta de partida para la investigación. Posteriormente se diligenció la bitácora No. 2 para hacer el registro de las primeras cinco preguntas seleccionadas por el grupo. Luego, las dos preguntas escogidas para la investigación y así hacer la selección final de la pregunta. Para tal fin se tuvieron criterios como: contar con recursos para responderla (institución, comunidad, región), que sea importante para el grupo, encontrar un consenso, que sea respondida en el tiempo previsto, que permita definir hasta donde se puede investigar con las condiciones y características del grupo. Todo lo anterior fue consignado en la libreta de apuntes, así como los resultados de la búsqueda. Una vez seleccionada la pregunta de investigación se definió porqué es importante resolver la pregunta de investigación, que en realidad nace de una problemática de nuestro contexto, de nuestra región o comunidad, por ello se estableció lo que se necesita para dar solución a ese problema. Es decir se contextualizó, se delimitó, se describió, se justificó el problema para tener una mayor ampliación de lo que significa los beneficios que se obtendrán con adelantar el proceso investigativo planteado. Concluido el ejercicio de llegar a la selección de la pregunta de investigación a desarrollar, se realizó una breve reflexión sobre semejanzas y diferencias en la forma de hacer preguntas entre adultos, niños y jóvenes, conclusiones que nos servirá como insumo de cómo hacer posible la Introducción de la Investigación como Estrategia en el Currículo de la Institución Educativa. Una vez consignada la información en bitácoras: la pregunta, los nombres de los niños, nombres de los docentes co-investigadores, etc; el asesor nos invitó a seguir indagando al respecto vía Internet, esperando vernos de nuevo en la siguiente visita del proyecto FRACTUS.